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Inmunocastración en machos: resultados en cerdos ibéricos

En este artículo se exponen resultados productivos comparativos entre machos castrados quirúrgicamente y los inmunocastrados.

Introducción

Los cerdos machos se castran para prevenir el olor sexual, así como para facilitar el manejo y reducir las agresiones derivadas del comportamiento de las montas, lo que tiene implicaciones positivas en su bienestar (Bonneau, 2009).

Los machos enteros se caracterizan productivamente por:

  1. Menor consumo de pienso que los castrados y más que las hembras enteras.
  2. Menor ganancia media diaria que los castrados y mayor que las hembras.
  3. Mejor eficacia alimentaria que los machos castrados y que las hembras en general al mismo peso.

Los machos inmunocastrados frente a los enteros no tienen olor sexual ni agresiones, presentando mayor consumo de pienso y ganancia media diaria y menor porcentaje de magro (Fábrega, 2009). Estos primeros frente a los castrados físicamente tienen mayor rendimiento magro, menos grasa dorsal y mejor ganancia media diaria (Schmoll, 2009), además de mejor índice de conversión, estando en este parámetro más cerca de los enteros (Fábrega, 2009).

Machos ibéricos

Desde el prisma nutricional dos aspectos fundamentales, como son:

  1. Los machos inmunocastrados se comportan como enteros hasta la segunda dosis vacunal.
  2. El consumo medio diario de los mismos se incrementa de forma drástica después de la segunda aplicación (medias superiores al 20 %).

Resultados

Nuestras primeras experiencias de inmunocastración en cerdos ibéricos datan del año 2008, donde tenemos como aliciente tanto elevadas edades (9-10 meses de vida) como pesos al sacrifico (> 140 kg peso vivo).

Con sacrificios entre las 41 y 43 semanas de vida, aplicamos dos dosis de Improvac subcutáneo a las semanas 19 y 31 de vida. Estas pruebas de campo están realizadas sobre animales que ya disponen de una curva de consumo estandarizada y múltiples piensos definidos previamente en base a controles anteriores de pesos, consumos y crecimiento durante la fase de engorde tomando como objetivos la producción de una buena calidad de carne, con el mejor índice de conversión ajustado a una ganancia media diaria de peso adaptada a la edad del sacrificio.

Después de la aplicación de la segunda dosis, tanto la actividad de los machos que están separados por sexo como el tamaño testicular tuvieron una reducción ostensible. En nuestra experiencia la atrofia testicular de dichos machos ibéricos por Duroc es más homogénea y superior que en cerdos blancos.

A continuación exponemos algunos resultados productivos comparativos entre machos castrados físicamente y los inmunocastrados:

Ganancia media diaria (g) Índice de conversión Eficiencia energética
Kcal/kg
Machos castrados físicamente 614 3,912 9.165
Machos inmunocastrados 645 3,801 8.390
Diferencial - % 5,05 -2,84 - 8.46

Nuestras primeras reflexiones sobre inmunocastración con sistemas de alimentación racionada en cerdos ibéricos son:

  1. Sobre un 5 % de mejora de la ganancia media diaria, lo que supone un ahorro muy considerable en el periodo de engorde, estimado en unos 14 días a favor de los machos inmunocastrados con respecto a los castrados físicamente. Sabemos que la mortalidad en el engorde tiene un punto crítico que es la duración del mismo, estando directamente correlacionadas, y teniendo en cuenta el gran impacto económico derivado de bajas de elevado peso, además de otras ventajas de producción y sanidad añadidas.
  2. Un 2,8 % de mejora en el índice de conversión derivado de una mayor eficiencia energética en los cerdos vacunados con Improvac que los castrados físicamente (-775 kcal de energía neta pienso para depositar cada kilo de peso vivo), lo que supone un relevante papel de dicha vacuna en el coste de los piensos por cerdo. Sabemos que en los machos blancos, los inmunocastrados frente a los castrados físicamente mejoran la deposición magra. En cerdos ibéricos la deposición máxima de proteína es muy inferior a la de cerdos blancos de alta conformación (50-65 vs 175-200 gramos/día). Sin duda esto nos hace pensar que las dietas de acabado en cerdo ibérico a libre disposición podemos hacerlas menos densas en nutrientes y por lo tanto la inmunocastración nos permitirá reducir los costes de alimentación vía pienso. Tengamos en cuenta que la energía es el nutriente más caro en nutrición porcina.

Machos ibéricos

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